Acción (¿Qué es una acción?)
- Marianne Vargas
- 29 jun 2019
- 2 Min. de lectura

“Hay que definir para actuar”. Este es el principio que envuelve el mundo desde el comienzo de los tiempos. Y por supuesto, esto resulta útil para ejecutar las acciones más evidentes como la construcción de casas, del lenguaje, de armas. Hay muchas formas de hacerlo -por eso la variedad dentro de estas- sin embargo, todo esto nace de una sola idea a partir de un solo acuerdo. Todos las convenciones que tenemos hoy en día surgieron a partir de acuerdos entre lo más predominante y lo menos conspicuo y esto, por supuesto, va variando según el tiempo, como todo. Sin embargo, existe una tendencia a absolutizar estos acuerdos que no son más que hilos móviles; una tendencia en pensar que si algo es así, es así y es la verdad absoluta. En pensar que si algo no es completamente cierto, entonces es falso. Este es el resultado de vivir bajo los mismos principios sobre los cuales se fundó esta sociedad, lo cual no está bien ni mal, sino que resulta útil. Pero este post pretende ofrecer una perspectiva que diverge con la antes mencionada.
Invito al lector a imaginar las consecuencias de lo que hubiese sucedido si en vez de crear las palabras, uno de los acuerdos de esta sociedad hubiese consistido en el desarrollo de la telepatía como principio universal.
Ok, ¿Y qué sentido tiene imaginar algo como tal? Algunos podrían preguntarse. Bueno, al imaginar esto, justamente todo es posible. Por ejemplo, el desarrollo de la telepatía podría haber dado a paso a la espiritualidad en el mundo y quizás el homo sapiens no hubiese durado tanto tiempo caminando sobre la tierra y entonces el concepto de espiritualidad no se conocería como tal porque en el mundo solo habría unidad. ¿Ven? Encontramos ideas que se oponen, ideas que aparentemente no tienen a dónde ir a para nuestra concepción física, ideas que aparentemente se invalidan unas a las otras. Pero eso no es absolutamente cierto.
El punto de este post no es situar al lector en un contexto de ansiedad donde su mente se abre a todas las posibilidades para que estas de repente se adueñen de su cabeza, no. El objetivo es precisamente inducir al lector a que imagine la anulación de las acciones visibles, la anulación de de la realidad predominante, la apertura hacia las posibilidades menos conspicuas del aquí y el ahora. Todo lo que usted imagine existe de una forma u otra (lo reto a pensar en un ejemplo).
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